Algo le pasa al otoño que no termina de querer irse.
Quizá es que después de tanta hoja caduca
le haya entrado la pena
y se haya querido tornar en perenne.
y se haya querido tornar en perenne.
No puedo reprocharle sus ansias de permanecer si se siente efímero.
Espacio, intermedio, indefinido, insondable.
Volátil y eterno cómo todo lo que vivimos.
Quizá por eso tú me recuerdas tanto a él,
no terminas de irte pero tampoco te dejaste llegar.
no terminas de irte pero tampoco te dejaste llegar.
Y quizá, como dicen, las historias que no terminan tampoco se marchan.
Cómo tú,
cómo este otoño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario