Delante, atrás.
Izquierda, derecha.
Allí no importaba.
Siempre decían que vivían al revés,
que el futuro esperaba,
y el pasado no vivía.
Que las mañanas eran a oscuras
y en las noches brillaba el sol.
Que por el cielo se andaba
y en la tierra se volaba.
Que todo se podía,
y nunca nada pesaba.
Y decían que en esa casa, dentro de un charco,
era agua lo que se respiraba.
El charco era mundo,
El aire era agua,
Los vivos no vivían.
Y los muertos ni existían.
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